Sabemos que es tentador… pero no te vayas corriendo a la playa y te olvides de la capital de Tenerife, esta ciudad aporta mucho más a esta isla de lugares paradisíacos y comida deliciosa, y ¡tiene mucho por descubrir!
Cosas que hacer en Santa Cruz de Tenerife
La iglesia de Nuestra Señora de la Concepción es considerada por muchos canarios como la catedral de la ciudad. Su estilo es barroco, con la preciosa estética colonial canaria, y su imponente torre preside el casco antiguo de la ciudad. Muy cerca, podrás merodear por los pasillos del Mercado Municipal de Nuestra Señora de África, llenos de puestos de productos frescos y tradicionales. Allí te puedes tomar una copita de un dulce malvasía con algún marisco o pescado fresco.
El Castillo de San Juan Bautista, llamado por los lugareños “el castillo negro” por las piedras volcánicas con que fue construido, es un fuerte circular del siglo XVII, está muy bien conservado y contrasta con el Auditorio de Tenerife, justo al lado, un edificio blanco contemporáneo que no deja a nadie indiferente y donde además podrás asistir a conciertos y obras teatrales.
Si continúas atravesando el Parque Marítimo César Manrique, llegarás hasta el Palmetum, un jardín botánico especializado en palmeras tropicales de todo el mundo; su exuberancia te dejará extasiado. Ahora sí, si el cuerpo te pide playa, puedes ir a la espléndida playa de las Teresitas, al norte de la ciudad, y dejar pasar el tiempo sobre su arena dorada.
Cómo moverse por Santa Cruz de Tenerife
Dado el tamaño del centro, bien puedes disfrutar del sol canario y recorrerla a pie, pero moverse por la ciudad con el transporte público también es fácil: dispones de autobuses (o guaguas, como dicen los canarios) y tranvía. Hay autobuses que llegan al teleférico que sube al famoso volcán del Teide, pero si quieres aventurarte al resto de la isla, lo mejor es ir en coche.