El Puerto de la Cruz es una ciudad perfecta para utilizar como base de operaciones en tu inspección de la isla tinerfeña, pero, además, es un lugar agradable de pasear y con numerosas atracciones que visitar. La comida, como en toda la isla, es excepcional, y el calor de los lugareños en su acogida, inolvidable.
Cosas que hacer en Puerto de la Cruz
En el Puerto de la Cruz hay para todos los gustos, primero puedes recorrer el centro tranquilamente, visitar la plaza del Charco, epicentro de la ciudad, y bajar al antiguo muelle pesquero, con sus murallas y su pequeño fuerte, una recogida playa y el agua rompiendo contra las rocas negras volcánicas que caracterizan la zona.
Después de una buena comida en cualquiera de las terrazas que podrás encontrar por la zona, donde podrás disfrutar de excelente pescado y marisco, puedes relajarte en Costa Martiánez, un complejo con un lago artificial, piscinas e islas junto al mar, que es un ejemplo excepcional de transformación del litoral. Por otro lado, si viajas en familia, no querréis perderos el Loro Parque, un zoo y acuario con un precioso jardín tropical que sorprenderá a pequeños y grandes.
La ciudad se encuentra en el valle de La Orotava, que ocupan también otros pueblos, y es una zona natural de una belleza muy especial. El pueblo de La Orotava, a solo 7 km del centro de Puerto de la Cruz, es especialmente bonito, y por esta zona podrás adentrarte en los típicos guachinches, casas de comidas tradicionales donde comer auténticas delicias canarias.
Cómo moverse por Puerto de la Cruz
La ciudad dispone de autobuses urbanos, pero lo más cómodo es el coche, especialmente si quieres moverte por la isla y recorrer sus playas, zonas naturales y pueblecitos, no te olvides de subir con el teleférico al magnífico volcán del Teide, una experiencia inolvidable.