“La ciudad del amor”, “la ciudad de la luz”, bla, bla, bla… todo eso ya nos lo sabemos, pero ¿qué tiene París que la hace tan especial? París son calles empedradas con encantadores bistrots, paseos al frescor del Sena y boutiques maravillosas, París es magnífica e impresionante y a la vez acogedora y romántica.
Cosas que hacer en París
No te cansarás de pasear París, pero si los pies ya no resisten, compra un buen vino, unos quesos y una hogaza de pan e improvisa un picnic a la orilla del Sena, en la preciosa Île Saint-Louis, ante el perfil de la imponente catedral de Notre-Dame. Muy cerca está el Museo del Louvre, una de las mayores colecciones de arte del mundo, donde podrás ver desde sarcófagos egipcios hasta La Mona Lisa de Leonardo da Vinci.
Ninguna visita a París está completa sin un vistazo a su símbolo más internacional: la Torre Eiffel. Después puedes pasear por los Campos Elíseos, la avenida del lujo por excelencia, y degustar unos macarons en la famosa pastelería Ladurée. Pero si quieres una experiencia original, ve al cementerio del Père Lachaise, el más visitado de la ciudad; en 44 hectáreas ajardinadas hay todo tipo de monumentos funerarios, desde góticos hasta decimonónicos, y allí descansan grandes hombres y mujeres, como Balzac, Molière y Edit Piaf.
El París bohemio se encuentra en el barrio de Montmartre, “el barrio de los pintores”. Por la zona de la plaza Pigalle reina el neón de las sex-shops que han reemplazado a los antiguos cabarets, de los que quedan algunos, como el famoso Moulin Rouge. Subiendo hacia la Basílica del Sagrado Corazón está la zona más bohemia del barrio, donde disfrutar de una velada encantadora en cualquiera de sus terrazas.
Cómo moverse por París
La mejor manera de moverse en París es el metro. Si quieres salir de la ciudad, Versalles está a las afueras y es una verdadera maravilla a solo un billete de tren de distancia.