La “tacita de plata” reluce bañada por el sol gaditano y rebosa de alegría y buen comer. Pero pasear las callejuelas del barrio de la Viña, parar en una placita a comer “pescaito”, visitar sus incontables iglesias, monumentos y rincones, no sería lo mismo sin la calidez de sus lugareños.
Cosas que hacer en Cádiz
En el barrio del Pópulo, la zona más antigua de la ciudad, la cúpula de la catedral resplandece junto al mar revestida de azulejos dorados y, al lado, yace el teatro romano, testigo de la historia milenaria de la ciudad. Este barrio linda con el de Santa María, en cuyas serpenteantes callejas se dice que nació el flamenco.
Otro de los barrios más míticos de Cádiz es el de la Viña, aquí podrás darte un lujo con la caballa con piriñaca, los chicharrones, las tortillitas de camarones y demás delicias gaditanas. El barrio da a la encantadora playa de la Caleta, custodiada por los castillos de Santa Catalina y San Sebastián.
Como puerto de Indias, Cádiz tuvo que fortificarse para defenderse de los piratas, y las huellas todavía pueden contemplarse en lienzos de muralla y en las torres que salpican la ciudad, como la famosa Torre Tavira. Cerca está el Oratorio de San Felipe Neri, que además de albergar una exquisita obra de Murillo, fue la sede de las Cortes de Cádiz en 1812.
Cádiz es también conocida por sus famosísimos carnavales, así que no dudes en unirte a la fiesta que inunda las calles del centro, lleno a todas horas de gente disfrazada. Se escuchan chirigotas, se habla con todo el mundo y la guasa y el humor que caracterizan a los gaditanos reina entre las risas y la música.
Cómo moverse por Cádiz
El centro se puede recorrer a pie perfectamente, pero si tienes que ir a algún punto más alejado de la ciudad, dispones de una cómoda red de autobuses urbanos. El aeropuerto más cercano es el de Jerez de la Frontera, ciudad que también merece una visita y que está a solo 8 kilómetros de Cádiz.