En ocasiones es denominada “la París del este”, y es que la magia de Budapest no deja a nadie indiferente. Dividida en las zonas de Buda y Pest por el magnífico Danubio, es sin duda una de las ciudades más bonitas de Europa, y los siglos que han pasado por ella han dejado su sedimento en forma de numerosos monumentos declarados patrimonio mundial.
Cosas que hacer en Budapest
En el lado Buda de la ciudad encontrarás dos de los principales puntos de interés: el castillo de Buda, del siglo XVIII, y el Bastión de los Pescadores, un lugar encantador que sirve como mirador, desde el que disfrutar de un espléndido panorama de la ciudad, y especialmente de Pest.
Si cruzamos hacia Pest por el famoso puente de las Cadenas, llegaremos al Mercado Central de Budapest, donde podrás comprar y degustar las más exquisitas delicias húngaras y luego recorrer la calle Váci, la avenida de compras por excelencia, repleta de tiendas de diseño, restaurantes y encantadores cafés. También en Pest se encuentra el impresionante Parlamento de Hungría, cuya enormidad y espectacularidad neogótica te dejará sin palabras.
Sin dejar el lado Pest de la ciudad, es imprescindible acercarse al Parque de la Ciudad, donde se encuentran los famosos baños termales de Széchenyi, de principios del siglo XX. Pasar allí la tarde es toda una experiencia, relajándote en sus piscinas interiores y al aire libre, sus saunas y hamman. Justo al lado están el barrio de Erzsébetváros y el barrio judío, donde encontrarás los llamados “bares-ruina”, como su nombre indica, son locales medio ruinosos con una decoración peculiar, pero con mucho ambiente.
Cómo moverse por Budapest
Ir de un punto de interés a otro en Budapest es bastante fácil, bien sea a pie, bien utilizando su amplia red de transporte público, que incluye autobuses, tranvías y metro. Si deseas disfrutar la ciudad desde el río, puedes hacerlo a bordo de los ferris del servicio de transporte público o dar un paseo en barco.